Al parecer, hoy es común que los vendedores ofrezcan a sus clientes indicaciones anacrónicas respecto a cómo deben usar las baterías de sus dispositivos. No los culpamos: la tecnología avanza más rápido de lo que uno logra actualizarse, no así sus empresas que tienen el deber de proveer la capacitación necesaria e incluso llegan al extremo de entregar instructivos errados con sus aparatos (como por ejemplo Movistar).
Reproductores de MP3, de DVD, teléfonos celulares, cámaras digitales, filmadoras, PDAs/palms, consolas portátiles o notebooks. Prácticamente todos utilizan baterías de Litio-Ion (Li-Ion), mucho más eficientes que sus antecesoras de Níquel-Metal (NiMH) o Níquel-Cadmio (NiCd) y por tanto dueñas de sus propias particularidades. Someterlas al mismo trato que una batería basada en Níquel no sólo es innecesario, sino que puede reducir su vida útil.
Aquí va una pequeña guía en formato preguntas y respuestas que esperamos desenmarañe -de una vez y para siempre- los mitos que rondan sobre los cuidados de nuestras invaluables baterías.
Por cierto, la información se ha recolectado desde un sinnúmero de bitácoras, proveedores, la incondicional Wikipedia, pero principalmente el sitio de BatteryUniversity.com, una de las fuentes más reconocidas en la materia. Ahora, vamos a lo nuestro…
¿Es verdad que antes de usar por primera vez mi dispositivo debo cargarlo durante 10 a 12 horas?
NO. Las baterías de Litio-Ion son mucho más eficientes que las basadas en Níquel, por lo que no requieren una carga inicial prolongada. De hecho, ninguna batería Li-Ion actual requiere cargas superiores a 8 horas, independiente de las circunstancias.
¿Es verdad que la batería debe pasar varios ciclos de carga/descarga antes de alcanzar su máximo rendimiento?
NO. Las baterías de Litio-Ion no requieren un periodo de «rodaje» debido a que su capacidad máxima está disponible desde el primer uso. A una batería de Li-Ion le es indiferente que una carga sea la número 1, 5 ó 50.
¿Es verdad que debo agotar por completo la batería antes de volver a cargarla para mejorar su desempeño?
Absolutamente NO. Esta es una de las confusiones más comunes legadas por el «efecto memoria» que sufrían las baterías de Níquel-Cadmio y, en menor medida, las Níquel-Metal.
La composición de las baterías de Litio-Ion hace preferibles las descargas parciales a una completa. Peor aún, si es sometida con frecuencia a pérdidas totales de energía, sus circuitos pueden asumir un desperfecto que gatillará un mecanismo de bloqueo que inactivará las celdas.
Pero hay una excepción: las baterías de dispositivos grandes – como las notebooks – dotadas con válvulas de medición, pueden descalibrarse con el uso y entregar lecturas equivocadas. Por ello es recomendable agotarlas completamente una vez cada 30 ciclos, a fin de que sus niveles vuelvan a cero.
¿Es perjudicial mantener la batería conectada al cargador si ya ha completado la carga?
NO. Contrario a las baterías basadas en Níquel – cuya permanencia prolongada en el cargador puede dañarlas e incluso provocar un incendio – las baterías de Litio-Ion poseen un circuito que corta el paso de energía una vez que la carga se ha completado. Usualmente, esto se indica por una luz en el dispositivo.
Eso sí, siempre está la posibilidad de un fallo o sobrecarga en el transformador, por lo que tampoco se lo debe dejar conectado a la red eléctrica en forma permanente.
¿Es perjudicial para la batería de un notebook que este trabaje siempre conectado a la corriente?
Qué bueno que lo pregunten porque no sólo ES perjudicial, sino que una computadora portátil es el escenario más nocivo sobre el cual puede funcionar una batería debido a dos factores letales: calor y estrés.
El calor actúa disminuyendo la resistencia de la batería, por lo que su capacidad para retener electricidad será cada vez menor. De hecho una batería de Litio-Ion nunca debería trabajar a temperaturas sobre 60ºC (rango que se aproxima a los 40ºC a 50ºC de algunas notebooks). A su vez, mantener la computadora conectada a la corriente estando en uso le genera un «estrés» constante, debido a que la fuerza a conservar un 100% de su carga.
El daño es tal, que una batería cuya carga se mantiene al 100% a 60ºC, luego de tres meses conservará sólo el 60% de su capacidad total, reduciendo su vida útil a escasos 12 meses.
¿Qué hacer para evitarlo? Si ocupás la notebook como reemplazo de un equipo de escritorio, lo más aconsejable es retirar la batería. Pero, como al quitarla queda abierto su compartimento, no se recomienda si la habitación donde trabajás está demasiado expuesta a la humedad o el polvo.
En el caso de mi PDA o celular, ¿da igual cargarla usando el transformador que el cable USB?
No voy a usar mi dispositivo durante algunos meses, ¿cómo debo almacenar la batería?
Según estudios conducidos por BatteryUniversity, toda batería de Litio-Ion resiste mejor el paso del tiempo con un 40% de su carga. Por ejemplo, una batería guardada a temperatura ambiente con un 40% de carga mantendrá un 96% de su capacidad total después de un año; mientras que una almacenada con el 100% de su carga sólo retendrá el 80%, en igual periodo.
Es por este motivo, que la mayoría de los dispositivos traen de fábrica una pequeña carga inicial.
Lo que sí está claro es que una batería de Litio-Ion NUNCA debe almacenarse descargada. Puede provocarle un daño irrecuperable.
¿Cuánto dura una batería de Li-Ion?
Si hablamos de su vida útil, cada vez se introducen nuevas mejoras en la tecnología por lo que – bien cuidadas – pueden durar entre 500 a 1000 ciclos de carga/descarga, lo que se traduce en un promedio de dos a tres años (luego se produce desgaste químico).
Si hablamos de la duración de una carga, entonces dependerá de las características de cada batería y dispositivo, pero acá tenés siete medidas que nos ayudarán a maximizarla:
- Alejalas del calor: Las baterías de Li-Ion son sumamente susceptibles a las altas temperaturas, por lo que usar tus dispositivos en un ambiente fresco extenderá su funcionalidad.
- Apagá las transmisiones inalámbricas: Los infrarrojos (IrDA), Bluetooth y Wi-Fi son verdaderos vampiros de electricidad, siendo equivalentes a mantener un celular en uso todo el tiempo. Apagá estas funciones cuando no sean necesarias.
- Evitá usar tu unidad de CD o DVD: El gasto no sólo corre por cuenta del láser y la batería, sino también del motor que hace girar el disco. Y mejor ni hablar de las grabadoras…
- Reducí el brillo de la pantalla: Algunos equipos lo hacen en forma automática pues, mientras menos luz generen, menos energía demandarán.
- Retirá tarjetas de memoria o llaves USB: No dejes que sus dimensiones reducidas te engañen, pues energizarlas requiere un flujo adicional de electricidad. Esto es especialmente válido para dispositivos pequeños, como teléfonos o PDAs.
- Evitá usar aplicaciones de audio: Aún con audífonos, la generación de sonido requiere un gasto constante de energía. Peor todavía si se alimentan parlantes externos.
- Evitá usar el equipo: Es la mejor forma de ahorrar energía… ¡Ja! 🙂
Autor: MEGABATERIAS