Los monitores de plasma y cristal líquido (LCD) ya no son artículos de ficción científica hace muchos anos. Poco a poco, las tecnologías de los televisores ?finitos? están más accesibles. Aunque todavía bastante desconocidos, los nuevos aparatos ya han conquistado a muchos consumidores, que les consideran mucho más que un simple electrodoméstico.
El publicitario Luiz Augusto Fonseca es uno de los que se han rendido a los encantos de la nueva generación de televisores. «Cuando vi uno colgando de la pared en la tienda, decidí que quería tener uno en mi salón?, dice. Luiz adquirió un modelo plasma widescreen de 32 pulgadas. «Se parece a un cuadro, con la ventaja de que yo elijo la pintura seleccionando los canales», compara.
Fonseca fue tentado por las mismas prestaciones que seducen a la mayoría de los consumidores: el tamaño reducido del aparato y la pantalla en formato widescreen, más ancha y parecida a la del cine. Los televisores de plasma y LCD son una solución para la falta de espacio, ya que son finos: un aparato convencional de 32 pulgadas, por ejemplo, tiene aproximadamente 55 centímetros de espesor, mientras uno de plasma o LCD tiene sólo unos nueve centímetros. Y dispensan la mesa, ya que se pueden colgar en la pared.
Incluso los precios, considerados la principal barrera para comprar uno de estos TVs, ya no asustan como hace algunos años: en sólo un año, han bajado unos 50% para los monitores LCD, y unos 30% para los de plasma. Sin embargo, la adquisición de uno de estos caprichos aún supone un desfalque importante en la cuenta bancaria.
El plasma y el LCD han revolucionado la producción de televisores planos de pantalla grande: no sólo mejoran la calidad de la imagen, sino que suponen un importante ahorro en el consumo de energía. Otra innovación es el campo de visión, que se ve ampliado a hasta 170 grados con relación al plano de la pantalla sin que haya distorsiones. Es decir: no importa desde donde se mire la pantalla, la imagen siempre se ve perfectamente.
La producción de estos aparatos aún es bastante cara si comparada a la de los televisores normales, por su compleja tecnología. Sin embargo, los principales fabricantes de monitores siguen invirtiendo en el segmento, sobre todo en aparatos con pantallas superiores a 40 pulgadas, tamaños que no serían posibles con la tecnología antigua, de rayos catódicos, tanto por la baja calidad de imagen como por el altísimo consumo de energía que supondrían. Por ahora, el plasma lleva la ventaja en los TVs domésticos, y el cristal líquido domina el mercado de monitores para ordenadores.
LA TECNOLOGIA LCD
Los monitores de cristal líquido, o LCD, son ya conocidos por los usuarios de ordenadores con pantalla plana. Pero esta tecnología es ya realidad en los televisores domésticos. Las pantallas de LCD tienen excelentes contraste y nitidez. Además de visualmente atractivos, son mucho más económicos que los televisores tradicionales, con tubo de rayos catódicos. El ahorro de energía puede suponer hasta un 40%.
El uso de cristal líquido en monitores de grandes tamaños ha crecido los últimos dos años. El obstáculo principal residía en la fabricación de un ?mother glass? – substrato de vidrio producido específicamente para LCD – grande y ancho lo suficiente para monitores superiores a 21 pulgadas. Los avances considerables en este sector en los últimos años han supuesto un beneficio importante para los fabricantes.
El brillo de la imagen, uno de los puntos débiles del LCD, ha sido mejorado con el uso de la tecnología TFT (thin-film transistor), un transistor que alimenta cada píxel de la pantalla de forma separada. Sin embargo, el avance supuso un incremento en la complejidad del proceso de fabricación, ya que un sustrato con cuatro paneles de resolución 800×600 píxeles usa aproximadamente 5,8 millones de transistores, más de lo que contiene un procesador Pentium.
Comparado a los tubos de rayos catódicos, el LCD lleva otra ventaja además de la economía de energía y mejor calidad de imagen: según los fabricantes, la vida útil de un LCD es un 40% más larga. Por estos motivos, los televisores LCD se han convertido en el nuevo sueño de consumo en el sector, quitándoles el puesto a los de plasma, ya establecidos como líderes en el mercado de pantallas grandes, pero mucho más caros.
LA TECNOLOGIA PLASMA
El plasma es el competidor de la tecnología de cristal líquido en el mercado de los televisores finos. En media, estos monitores tienen nueve centímetros de espesor, lo que hace con que se parezcan a un cuadro. La tecnología es utilizada en monitores de grandes tamaños, normalmente con más de 40 pulgadas. Además, son imbatibles en lo que a calidad de imagen se refiere, incluso si comparados con las pantallas de LCD. Los TVs de plasma, que pueden tener hasta 60cm de diámetro, son superados por los de LCD en sólo un quesito, que sin embargo es fundamental para el consumidor: el consumo de energía. Telas de plasma consumen hasta 10% más que TVs de cristal líquido de proporciones semejantes.
Los fabricantes han invertido sobre todo en el mercado corporativo, por lo menos hasta que los precios se reduzcan a niveles más asequibles al consumidor doméstico. Aun así, ya hay mercado para consumidores domésticos, sobre todo en el segmento de home theatres.
El gran diferencial de los televisores de plasma es la calidad de imagen. Los productos más avanzados llegan a un nivel de contraste hasta cinco veces más grandes que sus similares de LCD. El brillo y la resolución de imagen también bordean la perfección, superando los de los aparatos de retroproyección. Otro punto importante es el peso, que llega a ser casi cuatro veces menor que el de un TV de rayos catódicos.
Los monitores de plasma llegaron al mercado con otras dos ventajas: la primera es que la mayoría de los modelos ya está lista para funcionar con el patrón de televisión digital, y la segunda es el formato widescreen, que tiene las proporciones rectangulares de las pantallas de cinema. Esto permite al telespectador ver películas en DVD sin las barras negras en las partes superior e inferior de la pantalla.
EL TAMAÑO IMPORTA
A no ser que sea el orgulloso propietario de una casa o apartamento de 220 metros cuadrados, con un salón de más de 50, seleccione la pantalla en función de la distancia a la que la vaya a mirar. Si esa distancia es inferior a tres metros, no compre aparatos de más de 36 pulgadas, o se pasará la película girando el cuello de un lado a otro de la sala.
DIFERENCIA ENTRE PLASMA Y LCD
Aunque muchos denominan genéricamente plasma a cualquier pantalla plana, ambas tecnologías funcionan de manera completamente distinta. Para entenderlo de manera sencilla, la tecnología LCD es básicamente la misma que la de las pantallas planas de computadoras: moléculas de cristal líquido que cambian de orienta ción en función del voltaje que se les aplica. Con ello, cambian también de color. Las pantallas de plasma por su parte se componen de miles de celdas entre dos vidrios con fósforo en su interior, que se estimulan por la descarga de plasma sobre ellas
CUAL ELEGIR
En estos momentos la evolución técnica y sobre todo, el coste de fabricación, recomiendan optar por el plasma para las pantallas más grandes, y utilizar el LCD para pantallas de menor tamaño. Además de su relación precio-tamaño, se diferencian por la calidad de la imagen: mejores colores e imagen más real en el caso de las pantallas de plasma; más vida útil -el doble- y mejor resolución en el caso de las de cristal líquido.
Autor: FUTBOLARGENTINO10
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