Quien recién se inicia en el mundo de los habanos necesita conocer algunos secretos, en cambio, el auténtico conocedor de habanos no fuma, saborea porque cada bocanada representa una experiencia única para el paladar.
Disfrutar un puro es uno de los placeres que comienza desde la elección del cigarro hasta la decisión del lugar donde se fumará pasando por el mantenimiento.
Para empezar hay más de setecientas formas diferentes de comprar habanos, desde cigarros sueltos,en petacas de 3, 5, 10 puros, caja de de 25 en dos camadas, hasta mazos de 50.
El Tamaño:
El sabor de un Habano normalmente no se descubre realmente hasta que éste no se encuentra al final del primer tercio o al principio del segundo, por lo tanto, es importante seleccionar su longitud de acuerdo con el tiempo que se disponga para fumarlo.
¿Gruesos o finos?
Como norma general, los cigarros de calibre grueso arden mejor y tienen un sabor más suave que los de calibre fino, por lo que éstos últimos no suelen llevar hojas de ligero en su armado, para así mejorar su combustibilidad.
El Sabor:
Si se fuma más de un cigarro diario, es importante que estos tengan un sabor similar, o bien, que este se vaya incrementando progresivamente. No se debe fumar NUNCA un cigarro suave después de uno fuerte.
La Apariencia:
La apariencia externa de un cigarro lo puede hacer más o menos apetecible. Es importante que la capa, la hoja que recubre exteriormente el cigarro, tenga una textura sedosa y algo brillante. El color de la misma puede variar de carmelita oscuro a carmelita pajizo (carmelita es el término que se utiliza en Cuba para denominar al castaño claro) en función del grado de maduración de la misma, y aunque cuanto más oscura sea, más dulce es su sabor, el sabor de un cigarro lo determina la liga de las distintas hojas que componen su tripa.
La Conservación:
El cedro es la madera ideal para mantener en óptimas condiciones su textura, aroma y sabor. También, son indispensables las condiciones de humedad (del 70%) y de temperatura (entre 16 y 20 grados). Para ésto, hay humidores que mantienen la humedad relativa en su interior constante.
Podemos comprobar en que condiciones está el puro cuando vayamos a fumarlo, si está suave al tacto la capa debe tener una textura sedosa y un brillo natural que produce el aceite que contiene. El tacto suave acariciando el puro, la vista y el aroma es suficiente.
Antes de fumarlo debe cortarlo a no más de tres milímetros de la parte superior, para que tenga un buen tiraje y para encenderlo lo ideal es utilizar láminas de cedro o fósforos especiales que permiten hacerlo en forma pareja. Aunque no hay reglas estrictas, se sugiere acompañarlo con cognac o ron porque realza los sabores.
Y como dijo Zino Davidoff :
«El Habano es algo que exige respeto.Está hecho para todos los sentidos,para todos los placeres,para la nariz,el paladar,los dedos,los ojos…Rodado entre los dedos su leve crujido es un placer extra para los oídos.Un buen Habano contiene la promesa de una experiencia totalmente placentera.»
Autor: AS003