Con la elección de la cámara fotográfica, el reproductor de MP3 o el teléfono celular, o cuando se quiere agregar una tarjeta de memoria a uno de estos dispositivos, suele surgir la duda: ¿qué tipo de memoria usa el equipo? ¿Cuál de esos pedacitos minúsculos de plástico oscuro que cuelgan en una vidriera es el que corresponde a nuestro modelo? ¿Vale la pena invertir en algo así? Investigar un poco puede servir no sólo para encontrar la memoria exacta que necesitamos; también permitirá aprovechar mejor el gasto.
En este momento, hay tres formatos de tarjetas de memoria muy populares: Secure Digital (SD) y sus variantes, el más usado entre los teléfonos móviles; Compact Flash (CF), el pionero, muy utilizado en las cámaras digitales profesionales, y Memory Stick, el formato exclusivo de productos fabricados por Sony. Cada uno tiene sus virtudes y peculiaridades.
Lo primero que hay que hacer antes de adquirir una tarjeta es constatar la máxima capacidad que admite el dispositivo. Es muy atractivo comprar una tarjeta de 2 gigabytes para la cámara, para poder sacar cientos y cientos de fotos, pero según el modelo, puede no ser compatible, o requerir una actualización del firmware , es decir, el sistema operativo que lo controla.
Las Secure Digital (SD), del tamaño de una estampilla, tienen varias encarnaciones. El formato original, SD, es el más grande, físicamente, y se usa sobre todo en cámaras digitales y reproductores de MP3.
En su versión estándar, llega a los 4 gigabytes. Hay una nueva versión, SDHC (por Secure Digital High Capacity), que llegará, en teoría, a los 32 GB. Sin embargo, la enorme mayoría de los dispositivos todavía no es compatible con SDHC. Si lo son, entonces podrán leer cualquier tipo de tarjetas SD. Algunos equipos pueden requerir una actualización de firmware o de drivers para aceptar estas nuevas tarjetas de gran capacidad.
Como se dijo, no todos los equipos pueden leer tarjetas de cualquier cantidad de megabytes. Eso lo definen su propio hardware y firmware. La mayoría de los dispositivos es capaz, hoy, de usar tarjetas de 1 o 2 gigabytes. El manual debería informar este límite.
Hay más: con la aparición de los celulares musicales y fotográficos surgieron las versiones miniSD (con un tamaño algo menor al de una SD) y microSD, también conocida como TransFlash, pequeña como una aspirina.
Cada una tiene un conector distinto, pero pueden usarse en una ranura SD (o miniSD, en el caso de las microSD) con un adaptador. De hecho, hace unas semanas el fabricante SanDisk anunció que sólo producirá microSD y las venderá con adaptadores, ya que esto simplifica la fabricación y no tiene mayores inconvenientes para el usuario. Las tarjetas micro y mini sólo llegan por ahora a los 4 GB, aunque están anunciadas versiones de 8 GB.
Las SD no fueron, en rigor, las primeras tarjetas de memoria del tamaño de una estampilla: antes estuvieron las MultiMedia Card (MMC), con las que comparten apariencia, formato y conectores. Las tarjetas MMC sirven para cualquier lector SD, pero no al revés. Aunque no son tan populares, pueden servir como memoria extra para un equipo que use SD. Tienen, también, una versión para móviles, conocida como MMC-RC o MMC Mobile, que requiere un adaptador para ser usada como MMC.
Algunas tarjetas muestran, como en otros formatos, un rótulo de alta velocidad , con un número similar al que muestran las lectoras de CD o DVD: hay tarjetas SD que son 66x o 133x , un número que indica cuánto más rápidas son en transferir los datos que la versión original de la tarjeta SD. En la mayoría de los casos esto es trivial, pero puede ser fundamental para grabar video en una cámara o tomar fotos en modo ráfaga (varias fotos en un segundo) sin que se haga un cuello de botella al escribir los datos. No obstante, hay que consultar el manual de la cámara para no gastar de más en una tarjeta rápida que no será aprovechada.
El caso de las Compact Flash (CF) es más sencillo. Sólo hay de tipos I y II, y la diferencia es que el segundo es más grueso y no puede usarse en una ranura de tipo I. Los atractivos de las Compact Flash son su capacidad -cuyo máximo es hoy 64 GB- y la velocidad de transferencia. Algunas versiones son, en rigor, un disco duro compacto (se los llama Microdrives, por el primer modelo de este tipo fabricado por IBM); todas las CF pueden utilizarse como rígido usando un adaptador IDE, ya que comparten la estructura del cableado eléctrico con los discos rígidos convencionales.
Aquí también hay versiones comunes y de alta velocidad. La de mayor tasa de transferencia es la 133x, con 20 MBps de lectura y escritura. La mayoría de las cámaras digitales profesionales usa este formato precisamente por esa velocidad para transferir datos. No todas las cámaras aceptan tarjetas de cualquier tamaño. Hay que consultar ese dato en el manual.
Memory Stick
Este formato fue creado por Sony y está disponible sólo en equipos de esa compañía, aunque hay otros fabricantes de tarjetas. Las versiones son varias, pero las más modernas son las Pro, Duo, Pro Duo, Pro-HG y Micro (también conocida como M2). La Pro es, en teoría, compatible con ediciones anteriores -como el Memory Stick a secas-, pero puede requerir una actualización en la lectora vieja. Aquí la capacidad máxima teórica es de 32 GB, y hoy se consiguen versiones de hasta 2 GB. Las versiones Duo y PRO Duo son más pequeñas, y requieren un adaptador para usar en lectoras de Memory Stick estándar. El Micro (o M2), por su parte, es la versión que busca competir con la microSD.
Algunas cámaras de Olympus y Fujifilm siguen usando el formato xD, desarrollado por ambas compañías, que tiene una capacidad actual de 2 GB, aunque sigue aumentando. No es el más popular ni tiene presencia en otros dispositivos, así que una tarjeta de este tipo sólo servirá, al menos por ahora, para cámaras de ambas compañías.
En oposión, el formato que hoy aparece como la mejor alternativa de inversión es el microSD. Es muy popular entre los celulares y puede usarse en dispositivos que tengan ranuras miniSD o SD con un simple adaptador, como cámaras digitales o reproductores de MP3. Algo similar ofrece el Memory Stick, pero dentro del universo cerrado de Sony. Compact Flash, por su parte, parece tener todavía un tiempo de vida razonable, sobre todo porque su mayor tamaño le permitirá seguir ofreciendo más capacidad y mantenerse competitivo.
Autor: BLLOTADIGITAL